BHP produce algunos de los recursos esenciales necesarios para respaldar las megatendencias globales, como la descarbonización, y se esfuerza por producirlos de manera sostenible, eficiente y ética. Además, la empresa genera estrategias para reducir sus emisiones operativas y trabajar con sus cadenas de suministro para reducir sus emisiones. De cara al futuro, el objetivo sigue siendo posicionar a BHP para prosperar en un mundo con bajas emisiones de carbono minimizando las emisiones de los productos existentes y al mismo tiempo ayudando a proporcionar los productos básicos que el mundo necesita para lograr un futuro neto cero.

La organización evalúa y clasifica proyectos de descarbonización en sus activos operativos a través de su Marco de Asignación de Capital (CAF). Durante el ejercicio fiscal 2022, alinearon su escenario con el del Acuerdo de Paris (1.5°C) en su estrategia y proceso de asignación de capital.

BHP está comprometida con su ruta de descarbonización operativa, priorizando la transición hacia fuentes renovables en sus activos y preparándose para el desplazamiento masivo del diésel en la década de 2030. La descarbonización de la electricidad es esencial, y la empresa está avanzando mediante acuerdos de compra de energía renovable en diversas ubicaciones, tanto en la red como en instalaciones remotas. Además, han logrado éxitos clave, como la operación de PPAs en América Minerals y BMA, con objetivos ambiciosos de alcanzar el 100% de electricidad renovable en algunas operaciones para mediados de la década de 2020.

El desafío técnico más significativo es la descarbonización del diésel, especialmente en la flota de camiones de transporte. BHP está tomando medidas para colaborar con fabricantes originales y desarrollar equipos nuevos, como locomotoras eléctricas y camiones de transporte electrificados. También están evaluando la viabilidad de electrificación completa del movimiento de materiales, considerando aspectos como el equilibrio energético, la demanda futura de electricidad y la infraestructura necesaria. La empresa reconoce los desafíos de las emisiones fugitivas de metano y trabaja en estrecha colaboración con organizaciones líderes para desarrollar enfoques que mejoren la medición de estas emisiones.

En la priorización de proyectos, BHP utiliza una curva interna de costos marginales de reducción de emisiones para asignar capital de manera eficiente y efectiva. Han alcanzado sus metas a corto plazo para el ejercicio fiscal 2022 y están proyectando un rendimiento acorde con sus objetivos a medio plazo para el ejercicio fiscal 2030. La progresión de los estudios de proyectos se revisa regularmente para optimizar la descarbonización a nivel de cartera y asegurar el cumplimiento continuo de sus metas ambientales.

Además, BHP está trabajando en la descarbonización de emisiones fugitivas de metano, colaborando con líderes en tecnología para mejorar la medición de estas emisiones.

En el año fiscal 2020, la empresa anunció un compromiso de al menos 400 millones de dólares para invertir en la reducción de emisiones de GEI en todos sus activos operados y cadena de valor durante los cinco años de vida de su Programa de Inversión Climática. Se gastaron 47 millones de dólares en iniciativas coherentes con este programa en el año fiscal 2022, dirigidas a las emisiones operativas, marítimas y siderúrgicas y a las inversiones de BHP Ventures. Esta cifra no incluye los gastos operativos asociados con los acuerdos de electricidad renovable establecidos en varias de sus operaciones, que colectivamente representaron la principal fuente de reducción de emisiones operativas para BHP en el año fiscal 2022. Se han incluido más de 200 millones de dólares en presupuestos aprobados para el año fiscal 2023 a medida que sus programas de descarbonización siguen madurando, y continuarán gastando hasta 75 millones de dólares en los próximos años canalizados hacia asociaciones con sus clientes en el sector del acero.

Para respaldar el progreso hacia el objetivo a largo plazo de lograr cero emisiones operativas netas de GEI para 2050, en el año fiscal 2022 se logro el objetivo a corto plazo gracias a la ejecución de acuerdos de compra de energía (PPA), particularmente en Chile en dos de sus activos operados con cobre, pero también cada vez más en las operaciones australianas. Este hecho permite mantenerse encaminados para alcanzar el objetivo a mediano plazo para el año fiscal 2030.