Gracias a su biocompatibilidad, el oro ha sido usado en medicina por siglos, especialmente en odontología. Sin embargo, más recientemente ha comenzado a jugar un rol también en el tratamiento de enfermedades. Los avances en nanotecnología y una mayor comprensión de cómo manipular la materia a nivel de átomos y moléculas, han puesto la atención de la investigación médica sobre el oro. Los científicos están buscando formas de aprovechar las propiedades únicas del oro para desarrollar avanzados mecanismos de diagnosis y tratamiento. Se utilizan nanopartículas de oro para diagnosticar la malaria, a través del examen RDT (Rapid Diagnostic Test), que ha sido fundamental para detectar esta enfermedad en el mundo en desarrollo durante la última década. Este simple y rápido examen funciona poniendo una gota de sangre sobre una tira reactiva, y las nanopartículas de oro hacen que ésta cambie de color si la malaria está presente. También se trabaja para mejorar las técnicas de detección temprana de VIH-sida y cáncer de próstata, usando nanopartículas de oro.