Este documento fue elaborado por el Directorio del CM, con el fin de servir -entre otras cosas- para aportar al proceso de elaboración de la “Estrategia Nacional de Minerales Críticos” que impulsa el Gobierno, y para sistematizar los planteamientos que hará el gremio a las candidaturas presidenciales.

Resumen Ejecutivo

A la demanda mundial tradicional por minerales para la manufactura, la urbanización y la industrialización, se ha sumado durante los últimos años otra creciente demanda, explicada por la masificación de las energías renovables, la electromovilidad y la digitalización. Por esto, para la próxima década se proyecta un muy significativo incremento de la cantidad de minerales que consumirá el mundo.

Chile tiene muchas fortalezas para capitalizar esta oportunidad de suplir una parte importante de esta mayor demanda por minerales. En materia geológica, tiene muy altos niveles de producción en varios de estos, así como abundantes reservas y recursos, que le permitirían mantener este liderazgo. Lo anterior tiene su manifestación en la cartera de proyectos de inversión en minería para los próximos años. En materia de personas, el país cuenta con un capital humano calificado, con una larga tradición minera y con una sólida oferta formativa. En lo relativo a las empresas mineras, las hay privadas y públicas, de capitales extranjeros y nacionales, y de tamaños grande, mediano y pequeño. Además, se cuenta con una industria proveedora desarrollada y diversificada. En tanto que la estabilidad política, la solidez institucional y las políticas económicas serias otorgan un marco propicio para el desarrollo de un sector que implica enormes inversiones, extensos plazos para la recuperación de éstas y altos riesgos durante todo el ciclo de negocios.

Pero, así como Chile tiene muchas fortalezas en materia minera, también enfrenta importantes desafíos. Nos referimos a las bajas y decrecientes leyes de los minerales, la dificultad para atraer a trabajadores calificados en las cantidades necesarias, el incremento de algunos costos de producción, la lentitud y la falta de certeza respecto de los permisos para desarrollar proyectos, y la dificultad para que estos sean acogidos por algunas comunidades. Capitalizar la oportunidad que representa esta mayor demanda por minerales resulta clave para el país, ya que permitirá incrementar el relevante aporte que ya recibe de la minería en materia de exportaciones, inversión, crecimiento, empleo, impuestos, encadenamiento productivo y desarrollo local. Además, un país pequeño como Chile, estaría haciendo una relevante contribución a superar problemas mundiales, como son la seguridad y la transición energética.

Resulta esencial darnos cuenta de que con las políticas tradicionales ya no basta. La gran cantidad de países compitiendo por capitalizar esta enorme oportunidad, en una breve ventana de tiempo, hace necesario una estrategia país, integral y ambiciosa para los minerales estratégicos o críticos. Varios países ya cuentan con instrumentos de este tipo.

Potenciar el desarrollo social:

  • Destrabar la posibilidad de que las empresas puedan efectuar aportes a las municipalidades y gobiernos regionales.
  • Destinar una mayor fracción de los tributos que ya pagan las empresas a sus localidades.
  • Mejorar la formación de personas de las localidades mineras para que alcancen una mayor participación en el empleo minero. Fomentar los consejos de competencias.
  • Continuar aumentando la tasa de participación femenina en la minería.
  • Fortalecer e impulsar la red de proveedores de la industria minera, en especial los locales.
  • Mejorar la calidad de vida en las localidades mineras.
  • Promover alianzas entre los actores del ecosistema minero.

Expandir oportunamente la producción:

  • Concluir la tramitación de los proyectos de ley sobre Autorizaciones Sectoriales y Reforma al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).
  • Exceptuar del ingreso al SEIA a modificaciones de proyectos en operación cuando estas se realicen en áreas ya evaluadas e intervenidas, y no produzcan impacto adicional.
  • Proporcionar los recursos técnicos, humanos y financieros suficientes a los organismos públicos encargados de la evaluación y del otorgamiento de permisos.
  • Incluir a los mineros dentro de los proyectos de inversión que serían priorizados con una tramitación acelerada en la futura legislación.
  • Adecuar y perfeccionar las reformas en tramitación legislativa referidas a concesiones marítimas, desalinización de agua de mar y patrimonio cultural.
  • Revisar y simplificar las guías de evaluación medioambiental.
  • Consolidar la institucionalidad de ordenamiento territorial fuera de zonas urbanas.
  • Fortalecer y mejorar el marco normativo relacionado a los Pueblos Indígenas.
  • Establecer una agenda e institucionalidad para promover el avance de proyectos relevantes y prioritarios. 

Impulsar la exploración minera:

  • Implementar incentivos de diverso tipo para la exploración minera.
  • Establecer procedimientos expeditos para los permisos de exploración.
  • Fomentar asociaciones para la exploración y para disponibilizar más información geológica.

Impulsar la competitividad minera:

  • Brindar la opción de estabilidad normativa para las grandes inversiones.
  • Consolidar la concesión minera como el título jurídico para la actividad.
  • Reducir el costo de la electricidad, principalmente racionalizando las cargas de origen regulatorio.
  • Impulsar, desarrollar y adoptar más I+D+i en la industria minera.
  • Ajustar la legislación para habilitar nuevas formas de trabajo y de tecnología.
  • Facultar a empresas y sindicatos para acordar con autonomía sus jornadas de trabajo.
  • Consolidar una educación técnico – profesional de primer nivel enfocada en la minería.
  • Implementar un sistema regulatorio eficiente, integral y coherente para el país.
  • Impulsar el desarrollo de infraestructura complementaria de la minería.

Preservar el cuidado medioambiental y la transparencia:

  • Agilizar los procesos de entrega de permisos, sin reducir los estándares ambientales.
  • Revisar la institucionalidad de fiscalización y sanción en materia medioambiental.
  • Eficientar las aprobaciones de proyectos relacionados con recursos hídricos.
  • Implementar en Chile la Iniciativa de Transparencia para Industrias Extractivas (EITI).
  • Consolidar en uno distintos estándares internacionales sobre responsabilidad minera.

Fortalecer la inserción internacional:

  • Diseñar e implementar una estrategia de minerales críticos o estratégicos.
  • Asegurar alianzas estratégicas y comerciales en materia de minerales.
  • Tomar un rol protagónico en la discusión de regulaciones internacionales relacionados con los minerales.
  • Incorporar cláusulas sobre minerales en los acuerdos internacionales en que participe Chile.
  • Fomentar la instalación en Chile de empresas vinculadas al ecosistema minero.

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