Los desafíos de la gran minería

El Consejo Minero realizó una encuesta a los asistentes del seminario “Turbulencias políticas, sociales y económicas. A qué nos enfrentamos” que organizó el pasado 10 de enero junto a ICARE. El objetivo era conocer cuáles son los principales desafíos que enfrenta la industria minera en base a una evaluación realizada por los asistentes del seminario, quienes pusieron de nota 1 a 5 (donde 1 es menos importante y 5 es más importante), los 16 temas definidos por el Consejo Minero como los principales desafíos.  La encuesta fue respondida por alrededor de 200 personas, representantes de empresas mineras, proveedoras y otros rubros, además de asociaciones gremiales, entidades educacionales, ONGs, funcionarios de gobierno, entre otros.

Entre las conclusiones podemos decir:

  • Se confirma que todos los desafíos propuestos en la encuesta son considerados de importancia ya que todos obtienen un promedio sobre 3 en su calificación.
  • Al tope de la tabla encontramos 3 desafíos que comparten el primer lugar y que fueron evaluados como los más importantes. 2 de ellos se ubicaron dentro de los 5 primeros puestos del ranking 2016.
  • Frente a los desafíos de la gran minería, el Consejo Minero detalla que:

Productividad: Este desafío se mantiene en el tope de la tabla, al igual que el año anterior. La minería viene trabajando este tema desde hace algunos años, cuando se detectó que la productividad laboral disminuyó a la mitad entre 2004 y 2014, y que si no se introducen cambios caería a un 35%  al 2023. Sin embargo fue el 2016 cuando se decidió poner foco y todos los esfuerzos para trabajar desde una perspectiva distinta, en conjunto con otros sectores y en colaboración con el mundo público. En ese sentido, no es casualidad que el desafío de la productividad se haya mantenido para este 2017, que será de especial importancia, ya que se entregarán los resultados del estudio de productividad, con el que la industria tendrá ciertas líneas más claras donde la minería deberá concentrar su atención.

Disponibilidad de agua continental y/o costos del agua de mar: Sin duda este es uno de los mayores desafíos, y al igual que el año anterior, aparece dentro de los más mencionados. Esto se  explica porque la gran minería opera predominantemente en zonas áridas, a eso se suma una sequía histórica durante los últimos años en el norte del país, la incertidumbre generada por la modificación del Código de Aguas y la creciente exigencia por el uso de agua desalada en vez de agua continental, lo que hace aumentar los costos de producción. En este tema la minería ha estado trabajando adoptando estrictas medidas de cuidado en el consumo del agua y ha sido especialmente proactivo en el uso eficiente de este recurso. Las cifras lo confirman: según la DGA, el sector extrae sólo el 3% del total del consumo país;  en el 2009 se utilizaban 0.67 m3 de agua para procesar una tonelada de cobre en la concentración, mientras que hoy se utilizan 0,52 m3;  la tasa de reutilización de agua en minería es de 73%, una de las más altas entre los sectores económicos; y el uso de agua el mar ha crecido un 13% en los últimos 5 años, alcanzando hoy una participación de un 15% del total de las extracciones de agua.  El desafío continúa, y de la mano de la innovación y la tecnología, seguro se podrá avanzar aún más para tener un manejo cada vez más sostenible del agua.

Relación con las comunidades y el entorno: Estamos conscientes que para desarrollar la minería ya no basta con cumplir permisos y reglamentos, hoy se requiere ir más allá de la normativa vigente, se hace indispensable una licencia social para operar. Hoy, el mayor desafío está en que autoridades, comunidades y empresas encuentren un esquema de creación de valor en que los tres vean un beneficio directo, palpable y de largo plazo. Para ello, en la industria ya no hablamos de decisiones “para” la comunidad, sino que “con” la comunidad, pasando de un asistencialismos hacían un trabajo más inclusivo con las personas involucradas, con una visión a largo plazo y una mejor gestión estratégica. El relacionamiento temprano y la creación de un diálogo participativo son fundamentales.

Mira aquí la nota publicada por diario El Mercurio.