Te invitamos a leer una completa entrevista que tuvo nuestro Presidente Ejecutivo, Joaquín Villarino en diario Pulso.

  • A juicio del presidente ejecutivo del Consejo Minero, el gobierno ha dado pasos correctos en su instalación, pero aún es pronto para evaluarlo.
  • La industria asumirá protagonismo esta vez, primero con la tradicional Semana Cesco y, luego, con la feria internacional Expomin.

El mes de abril estará cargado a la minería. A la tradicional Semana Cesco, que anualmente reúne a los principales actores mundiales de la industria y que finaliza con una multitudinaria cena en el Club Hípico de Santiago, le sucede la Expomin, feria internacional que cada dos años se realiza en Santiago y que, esta vez, se dará en un contexto distinto al de 2016, con precios al alza y proyectos en recuperación. Serán ocasiones también para que las nuevas autoridades, entre ellas el nuevo ministro de Minería, Baldo Prokurica, se vean las caras con los principales ejecutivos mundiales del sector y den cuenta de lo que han sido sus primeras semanas de gestión.

Justamente, ejecutivos y directivos del sector han manifestado -algunos en público y otros en privado- su preocupación por un par de temas, como cuando planteó que el gobierno estaba buscando un presidente ejecutivo de Codelco, en circunstancias que la minera tiene un gobierno corporativo que se supone autónomo; o su discurso sobre la urgencia de actualizar las fundiciones, ante posibles futuras restricciones a los concentrados con impurezas que exporta Chile.

Sobre el primer tema, a juicio de Villarino, el mensaje es claro: es necesario que se respete al gobierno corporativo de la estatal y su autonomía. Respecto al segundo, cree que no se debe dar en bandeja el argumento a los competidores.

¿Cómo ve la instalación de las nuevas autoridades?

  • Este equipo de gobierno se ve más afiatado, con más personalidad y con las ideas más claras que en la primera administración del presidente Piñera. Creo que eso es una señal de seriedad, estabilidad y madurez política que creo que hay que reconocer y rescatar. Veo al equipo dando señales de estar enfocados en los temas relevantes. Tienen una agenda clara en el tema tributario, ajuste de gasto, reactivar proyectos, etc.

¿Las expectativas se mantienen?

  • Dicen que hay un veranito de 100 días. Yo esperaría unos tres meses para hacer una evaluación más profunda. Pero veo que los primeros pasos parece que están actuando de acuerdo con el mensaje original. Aquí hay un programa de gobierno bastante contundente, que fue debidamente comunicado, y creo que se está actuando en coherencia. No he visto grandes sorpresas ni vueltas en el aire. Pero no va a ser fácil. El gobierno actual no tiene mayorías en el Congreso y por tanto reformas profundas no son muy viables. La acogida a los grandes acuerdos ha sido parcial y se va a demandar habilidad política, gestión y generosidad por todos quienes están a cargo de gobernar.

Un foco es la reactivación de la inversión. ¿Volverá la inversión a la minería? ¿De qué depende?

  • El precio es el gran condicionante a la hora de tomar una decisión de inversión, pero también lo son los costos. Y, además, en un entorno donde la ‘permisología’ ha constituido una piedra de toque sistemática para el desarrollo de nuevos proyectos. Se había hecho bastante complicado embarcarse en nuevos proyectos. En la medida que se solucionen los problemas burocráticos y administrativos que complican a los proyectos se va a terminar por cerrar el círculo virtuoso para que se lleven adelanten los proyectos, porque si vemos mejores precios, como estamos viendo, si vemos mejoras en la gestión del aparato público, eliminación de decisiones arbitrarias, que primen los criterios técnicos, se va a terminar cerrando ese círculo. Y eso lo estamos viendo que va en la línea correcta.

Esas decisiones, ¿se van a tomar este año?

  • Esas decisiones se van a tomar en la medida que veamos las señales traducidas en señales concretas. En la medida que veamos una reforma profunda y concreta al Sistema de Evaluación Ambiental. En la medida que veamos una mejora de eficiencia evidente en otros servicios como Sernageomin y otros servicios que intervienen como la Dirección General de Aguas, o que la Superintendencia de Medio Ambiente no sólo fiscalice, que es su rol, pero que también tenga una actitud colaborativa, evidentemente esto va a permitir que las decisiones se tomen más rápido. Hay casos puntuales, como Dominga o Pascua Lama. En algunos casos, si hay que decir que no, hay que decir que no, pero rápido. Y si hay que decir que sí, que se diga con personalidad y asumir que vamos a tener siempre sectores que se van a oponer.

¿Cómo ha visto los mensajes que ha enviado el gobierno respecto de los cambios que necesitaría Codelco?

  • Hay cosas urgentes en Codelco: solucionar las diferencias que tiene con Contraloría es una y a eso debieran enfocarse los esfuerzos. También hay un cierto consenso en que se debe revisar su sistema de financiamiento y reinversión. También lo hay respecto a que hay que profundizar la independencia del gobierno corporativo. En eso se ha avanzado en la línea correcta, pero probablemente haya aspectos que mejorar. Es imprescindible cuidar el gobierno corporativo de Codelco. Hay un directorio que nombra al presidente ejecutivo de Codelco y hay que evitar entrar en una discusión pública temas que son propios del gobierno corporativo de Codelco y hay que dar señales desde todos los sectores.

Un mensaje fuerte del ministro Prokurica es que adaptemos y revisemos la normativa sobre fundiciones. ¿Está de acuerdo?

  • El tema de las fundiciones en el país es un tema delicado. Desde el punto de vista de costos, mercado internacional y oferta de fundición y refinería, nada justifica que en Chile se hagan nuevas fundiciones y refinerías y que haya más inversión en esto. No hay ningún argumento contundente en esa línea. Pueden haber decisiones estratégicas para Codelco, por algunos tipos de concentrado, pero eso es algo que se tiene que evaluar y habrá que ver los costos y ver si el país está dispuesto a embarcarse en una inversión que probablemente no se pague nunca. Pero también hay que tener una mirada global. Cuando el gobierno da señales de que haya más fundiciones y refinerías porque ese es el mecanismo a través del cual se agrega valor, se está dando la señal de que la exportación de concentrados no es agregación de valor. Y esa es una falacia gigantesca.

También se ha planteado un eventual riesgo por el transporte de concentrados peligrosos.

-Hay que tener cuidado, porque la señal internacional que se puede dar es que es peligroso transportar concentrado de cobre. Y eso para Chile es fatal. Esta es una discusión que efectivamente existe a nivel de la OMS, por ejemplo, muchas veces promovida por la competencia nuestra, y no hay que regalarle en bandeja el argumento.

FUENTE: Pulso