Entrevista publicada en Revista Minería Chilena 

De profesión abogado y con un Magíster en Derecho de Empresa, además, Magíster en Administración de Empresas de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Carlos Urenda, gerente general del Consejo Minero, participó del XV Encuentro Internacional de Minería, que tuvo lugar en la ciudad de Lima. En la ocasión, el ejecutivo fue panelista en el debate sobre la competitividad en la región y los desafíos comunes que los gremios mineros enfrentan en Latinoamérica. El bloque abordó principalmente los problemas de la “permisología” en los países mineros, como uno de los principales retos que enfrenta la industria. En ese escenario, en el panel compartido con Jorge Riesco, presidente de Sonami, representantes de la Cámara Minera de México, la Asociación Colombiana de Minería y de la Cámara Argentina de Empresas Mineras, el gerente general del Consejo Minero dio a conocer la situación de Chile y las iniciativas que está desarrollando el Gobierno.

Urenda, que se desempeña en su actual cargo desde el 2011, conversó con MINERÍA CHILENA sobre los principales tópicos que se tomaron la agenda durante el evento. Además, el profesional se refirió a cómo otros países en la región ven a Chile. Asimismo, se refirió a las expectativas que existen respecto a las inversiones tras el precio del cobre y reveló su postura en relación a las acciones del Gobierno para disminuir los plazos de tramitación de proyectos.

En base a lo abordado en el encuentro internacional realizado en Perú, ¿cuáles son los principales retos y oportunidades que afronta en la actualidad la industria minera?

En general, diría que hay un diagnóstico muy similar en la región sobre los desafíos y oportunidades que enfrentamos como sector, lo que hace muy valioso poder contar con instancias colaborativas a nivel internacional, que nos permitan compartir experiencias y buenas prácticas. La industria minera juega un rol clave en la lucha contra el cambio climático, al ser responsable de la producción de minerales que son fundamentales para la transición energética y la electromovilidad. Este es un desafío global, que cobra mayor relevancia para países productores como Chile y otros que se dieron cita en el XV Encuentro Internacional de la Minería, organizado por la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía de Perú. Dado que la demanda superará ampliamente la oferta de minerales, el principal desafío de la industria es aumentar su producción, pero sin descuidar la protección del medio ambiente y el desarrollo social, al igual que la contribución económica. Para esto resulta esencial agilizar los sistemas de tramitación de permisos y que estos otorguen mayor certeza.

¿Qué tópicos fueron los protagonistas del evento?

Como comentaba, a nivel general, hay temáticas que son transversales a la industria, como la dificultad para obtener los permisos y el aumento de la carga tributaria, muy relevantes para el quehacer de la minería. Asimismo, la necesidad de generar factores de competitividad para aprovechar el momentum de los minerales críticos. Todos los países están trabajando para capitalizar la gran oportunidad que representa la fuerte demanda por minerales. La competencia es fuerte y no podemos estancarnos en discusiones ideológicas. Existe una percepción generalizada en cuanto a las altas expectativas respecto de la industria minera y su aporte en el desarrollo económico y social de los países.

¿Cómo es visto Chile en comparación a países mineros como Perú y Argentina, respecto a su atractivo en materia de inversiones?

Chile tiene una trayectoria y un peso en la minería mundial que lo mantienen como un destino atractivo para las inversiones globales. No obstante, la incertidumbre de los últimos años, por el debate constitucional y la discusión del royalty, ralentizaron inversiones que podrían haberse concretado antes y que hoy, con ambos temas ya despejados, esperamos se retomen. En todo caso, urge remontar las caídas que ha tenido el país en el índice Fraser. En el caso de Argentina, a nivel general, está teniendo un nuevo aire en materia de inversión y ha mejorado su posición en los rankings de competitividad. El presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras señaló que no tienen mayores problemas respecto a los permisos, aunque sí dificultades para las devoluciones de impuestos.

Respecto al nivel de precios que presenta actualmente el cobre, ¿cuáles su percepción y cómo considera que esto impacta en las inversiones sectoriales?

El precio del cobre tuvo importantes alzas el mes pasado, acercándose a los máximos históricos. En medio de este escenario, Cochilco dio a conocer que se elevó la proyección de precio promedio del cobre, para este año a US$4,3 la libra y el próximo a US$4,25 la libra. Estos precios sin duda son beneficiosos para el país en general, en cuanto a la actividad que pueden generar y al aumento en los ingresos fiscales. En todo caso, no debe olvidarse que las inversiones en minería son siempre con una mirada de largo plazo. Además, el precio no es el único factor a considerar. Enfrentamos otros desafíos que debemos remontar. Esperamos que los proyectos en carpeta se desarrollen según lo presupuestado.

En relación al posicionamiento de Chile en el informe Fraser, ¿cómo evalúa este retroceso y qué acciones debería tomar la autoridad y el sector para mejorar?

Sin duda que los problemas relativos a los permisos influyen en las decisiones de inversión, lo que a su vez impactan en este tipo de informes. Esperamos que se mantenga el impulso por mejorar y eficientizar el sistema de permisos, y que se logren acuerdos en el corto plazo. Con el cierre de la discusión sobre el royalty y el proceso constitucional el año 2023, hay un optimismo en términos de la industria general de la reactivación en la inversión.

¿Cómo gremio, qué evaluación realiza frente a las acciones del Gobierno para disminuir los plazos de tramitación de proyectos?

El proyecto de ley que ya se está tramitando en el Congreso para acelerar las autorizaciones sectoriales está en el camino correcto para facilitar la eficiencia en los procesos de aprobación. El proyecto de ley que modifica el SEIA, en cambio, requiere ajustes importantes. La combinación de sus efectos, de no introducirse ajustes, con los que podría provocar la iniciativa que fortalece la SMA, podrían terminar teniendo un efecto contrario en materia de agilización y certeza de permisos para proyectos y operaciones.