En entrevista con El Mercurio de Antofagasta, el Presidente Ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, se refirió al proyecto de ley de royalty minero que se discute en el Senado, y también a los desafíos de la minería de cara al nuevo proceso constituyente.
El Consejo Minero, así como Sonami, han expresado su voluntad de aumentar sus aportes, ¿cuál es su posición sobre el proyecto de royalty que se discute?
Es probable que todos necesitemos hacer un esfuerzo adicional y la industria no va a dejar de hacerlo, pero, sin embargo, hay que tratar de cumplir con al menos dos características: la primera es que ese esfuerzo adicional no tiene que quitarnos competitividad de manera dramática, evidentemente cualquier incremento tributario significa pérdida de cierta competitividad; y segundo, tiene que tener una estructura que permita respetar, cuidar a las compañías mineras, a los yacimientos que tienen costos más altos y si cumple con estos requisitos creo que podemos llegar a una fórmula aceptable.
No cumplía con estos requisitos el proyecto aprobado en la Cámara de Diputados y tampoco los cumple el proyecto sustitutivo presentado por el Gobierno. Por lo tanto, esperamos que en las indicaciones que ha anunciado el ministro de Hacienda (Mario Marcel) se tienda a cumplir con estos requisitos, de tal manera de tener un incremento de carga tributaria que no nos saque de la competitividad global, sobre todo con los países que competimos, porque no se trata que nos empecemos a comparar con la República Democrática del Congo o Mongolia, que nunca han sido nuestros parámetros ni son los países con los que competimos para traer capitales; sino que nos deje en un rango para competir con Perú, Estados Unidos, Canadá y Australia.
La ministra de Minería, Marcela Hernando, insiste en que el royalty tenga un componente ad valorem, ¿qué le parece esa fórmula?
En general el ad valorem tiene que ver con ventas y con independencia de todo lo demás, y lo que siempre hemos dicho, es que no resulta muy conveniente para el desarrollo de la industria el que tenga que pagar un tributo con independencia de los resultados. Es decir, si le va bien o le va mal igual tiene que ir y pagarle al Fisco una cierta cantidad de dinero y por lo tanto en aquellos periodos en que le va mal, porque los precios están bajos, tiene que salir a endeudarse, en principio, para poder pagarle al Fisco o de lo contrario tiene que cerrar las faenas transitoriamente y eso significa pérdida de puestos de trabajo, postergación de inversiones, se quita un motor de desarrollo regional que es muy importante.
Por eso siempre hemos dicho que el componente ad valorem no es bueno, que hay distintas fórmulas de calcular el royalty y el que se calcula solo sobre ventas es contraindicativo, es contraintuitivo para el desarrollo de la industria y es mejor evitarlo. Por lo tanto esperamos que el Gobierno termine de reconducir su proyecto y no tenga un componente ad valorem y tenga un incremento de royalty.