En enero el Consejo Minero realizó junto a Icare el seminario “2016 el Año de la Productividad. Otra Mirada para el Crecimiento”, ocasión en donde se le preguntó a los asistentes sobre los principales desafíos que enfrentaría la industria en los próximos años. Alrededor de 400 personas, entre ejecutivos de empresas mineras, proveedoras, y de otros rubros; académicos; ONGs y organismos públicos, dieron a conocer su perspectiva.  De la lista de 17 desafíos obtenidos, los que lideran el ranking en importancia y las razones del por qué están al tope de la tabla son:

1.- Productividad en los procesos mineros: la productividad laboral disminuyó a la mitad entre 2004 y 2014, y si no introducimos cambios caería a un 35%  al 2023.  Este desafío lo hemos detectado y es el foco de trabajo para este 2016, en línea con lo que ha declarado el gobierno como el Año de la Productividad. Las mejoras en la productividad van en línea con los otros desafíos que surgen en la encuesta: innovación y tecnología en los procesos productivos y capital humano calificado.

2.- Innovación productiva en el sector: Los diferentes desafíos que enfrenta la industria minera han estimulado el desarrollo de conocimiento y nuevas tecnologías. La minería es una de las actividades que por su escala y vanguardia tecnológica puede hacer que Chile dé un salto cualitativo al desarrollo, pero estamos conscientes que aún queda mucho por avanzar. Necesitamos poner foco en innovación y ser capaces de traspasar esas ideas a otros sectores. Las empresas socias del Consejo Minero así lo han entendido y hemos conformado un grupo con el objetivo de coordinar el trabajo enmarcado en el Plan Nacional de Minería, de Corfo y Fundación Chile en donde se han definido algunos proyectos I+D+i para desarrollar de forma colaborativa.

3.- Disponibilidad y calidad del capital humano: Para nosotros este es un punto fundamental que llevamos trabajando hace cuatro años. A través del Consejo de Competencias Mineras, una iniciativa única en la industria, nos hemos preocupado profundamente del tema de formación y capacitación laboral. Hemos estudiado los perfiles que la industria requiere y requerirá en el futuro, y entregado las herramientas a los organismos de educación y capacitación para alinear la formación según dicha demanda. El CCM constituye hoy un esfuerzo mancomunado que reúne a las mineras, proveedores, al mundo formativo y al Estado para construir una forma de trabajo colaborativo en la generación de estándares sectoriales.

4.- Disponibilidad de recursos hídricos: Sin duda este es uno de los mayores desafíos ya que la gran minería opera predominantemente en zonas áridas. Junto a las exigentes regulaciones ambientales a las que es sometido el sector, se han adoptado estrictas medidas de cuidado en el consumo del agua y ha sido especialmente proactivo en el uso eficiente de este recurso.  En este contexto, las empresas han invertido tiempo y recursos para ser cada vez más eficientes en el uso de agua y las cifras lo confirman. En el 2009 se utilizaban 0.67 m3 de agua para procesar una tonelada de cobre en la concentración, mientras que hoy se utilizan 0,53 m3. La tasa de reutilización de agua en minería es de 74%, a nuestro entender una de las más altas entre los sectores económicos. El desafío continúa, y de la mano de la innovación y la tecnología, seguro se podrá avanzar aún más para tener un manejo cada vez más sostenible del agua.

 5.- Desempeño medioambiental de las compañías mineras: Nuestro país es cada vez más exigente y más responsable por su medio ambiente. En esto la minería también ha ido evolucionando. Se ha ido acomodando a estos nuevos requerimientos, lo que hay que tener en consideración aquí es que un nuevo yacimiento minero tiene que tener las reglas claras, saber cuáles son los estándares, y por lo tanto construir y desarrollar todo su proyecto en base a esos estándares, que son distintos a los que existían hace 10 años. Entendemos que sin una planificación y un desarrollo sostenible de los procesos mineros, la industria no puede seguir operando.