En conversación con Emol, el Presidente Ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, hizo un balance del sector minero respecto a este año y comentó las proyecciones y principales desafíos que tendrá el sector en 2021. Sobre un eventual inicio de un nuevo “súper ciclo” del metal rojo, sostuvo que eso es algo que hoy ve poco probable, aunque recalcó que en esto “espero estar equivocado”.

¿Qué balance hace la industria de este particular 2020?

“Este ha sido un año tremendamente desafiante para el sector minero. Partimos con el tema de la pandemia en marzo, que significaba ajustar protocolos de sanidad, trabajar con menos dotaciones y paralizar algunos proyectos que estaban en proceso de construcción porque el aforo no permitía la continuidad de estos. Significó, además, incurrir en nuevos costos, sobre todo por las medidas de sanidad que tenían que ponerse en práctica para que el sector siguiera funcionando. Por lo tanto, los desafíos fueron tremendos, pero creo que se pasaron con éxito“.

“Tuvimos trabajadores bastante comprometidos con que hubiera continuidad operacional. La mayoría de ellos colaboró para que esas medidas sanitarias extraordinarias, que se estaban aplicando, fueran efectivas y eficientes. Tuvimos una muy buena coordinación con el sector público, dado que se necesitaban muchas autorizaciones, residencias sanitarias y trasladar personas de una región a otra. Llegaron a haber faenas que trabajaron con 40% de dotación y hubo periodos en los cuales se cambiaron los turnos, de 7×7 a 14×14. Es decir, un esfuerzo mancomunado entre la administración de las empresas y los trabajadores del sector público”.

“Todo esto va a hacer que a finales de año tengamos un impacto en producción, aunque es más bien marginal si uno tiene a la vista la magnitud de la crisis por la cual hemos pasado durante este año”.

Ya con la mirada puesta en 2021, ¿qué proyecciones hacen y cuáles son los principales desafíos que enfrentarán?

“Pensamos que la pandemia y los efectos de la misma, los protocolos que hemos tenido que implementar para el funcionamiento de la minería, no se van a acabar de la noche a la mañana. Hasta que tengamos la vacuna extendida y aplicada a nivel masivo en el país van a pasar muchos meses más todavía, por lo tanto, parte importante del próximo año, sino todo el año, tenemos el desafío de cuidarnos muchísimo para que esa continuidad operacional no tenga consecuencias desde el punto de vista de contagios“.

“Lo segundo es que creo que hay algunas enseñanzas provenientes de este periodo. Hemos adelantado el proceso de aplicación de algunas tecnologías, por lo tanto, creo que el teletrabajo se ha venido instalando como una práctica habitual en parte de las funciones que se realizan en las compañías mineras nos van a hacer también introducirnos en un camino de innovaciones y de cambios que son un segundo desafío relevante”.

“El tercer desafío relevante es enfrentar un año lleno de elecciones. Es un periodo en el que vamos a estar desafiados para intentar poner mucha información sobre la mesa para que tengamos discusiones serias, que piensen en el largo plazo y no solo en el corto plazo. Creo que ahí hay un tremendo desafío, sobre todo en lo que dice relación con la nueva Constitución”.

¿Cómo ve el sorpresivo precio en el que se ha instalado el cobre en el último tiempo y qué factores están empujando al metal rojo?

“El cobre ha subido en los últimos dos o tres meses de manera bastante inesperada, así como bajó hace un año de manera bastante inesperada también. Creo que en esto hay que mirar siempre las películas en el largo plazo. Esta es una industria cíclica, los precios suben y bajan. Esta no es una foto instantánea”.

“Lo que está explicando esto es una depreciación del dólar, más una economía china bastante sólida en cuanto a su demanda con proyecciones de crecimiento importantes, menos relevantes que hace una década, pero que están bastante bien, y esto ha mantenido el precio del cobre bastante sólido sobre los US$3 en los últimos meses. Esto nos va a llevar a terminar el año en torno a los US$2,7 promedio. Y nosotros volvemos sobre el análisis que hemos hecho durante más de una década: que es que el precio sostenible de largo plazo debiera estar, probablemente, en torno a los US$3″.

¿Entonces ve poco probable que este escenario pueda derivar en el inicio de un eventual nuevo “súper ciclo”?

“No vemos con claridad hoy día que se den todos los elementos que puedan justificar un nuevo ‘súper ciclo’, pero en esto me encantaría equivocarme y que ojalá tuviéramos otro ‘súper ciclo’ y que nos pasáramos una década o media década con el precio de la libra de cobre en US$4, me parecería fascinante. No lo vemos con claridad, lo que sí vemos son precios que giren en torno a los US$3 o US$3,2 la libra, que son precios más entendibles que aquellos que vimos a principios de año que estaban cerca de los US$2”.

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