
Se trata de un sistema de voluntariado corporativo, el que consiste en que año a año cuatro trabajadores (un supervisor, dos operadores, y un trabajador de empresa contratista) van a Haití durante cuatro semanas a trabajar en Puerto Príncipe, ciudad de austeridad y desafíos culturales importantes. Ahí, los voluntarios desarrollan proyectos de integración e infraestructura que van en ayuda de mejorar la educación inicial en Haití.
Desde su primera visita han participado 5.000 trabajadores, propios y contratistas
Además, quienes ya habían participado del programa constituyeron un grupo de postvoluntarios quienes, conociendo la realidad de la comunidad Haitiana, generan iniciativas al interior de la compañía donde se involucra a todos los trabajadores, haciéndolos actores activos del Programa.