En una columna de opinión publicada en El Mercurio, el Presidente Ejecutivo del Consejo Minero se refirió a la participación del sector minero durante el proceso constituyente y destacó el compromiso de la actividad con el país y sus habitantes.

“La minería es parte esencial de la historia de Chile. Sin ella es difícil comprender el desarrollo económico, social e incluso político de nuestro país y especialmente de las regiones del norte. Es esa importancia innegable la que siempre la ha obligado a participar en la vida pública, lo que también refleja el profundo compromiso que la actividad profesa por Chile y sus habitantes. Coherente con lo anterior, el sector participó decididamente en el proceso de cambio constitucional que cumplió una de sus etapas más importantes. Con los resultados por todos conocidos, no sólo ha quedado de manifiesto la madurez cívica de nuestra sociedad, sino también el anhelo sincero por acordar bases  sensatas para el desarrollo de un mejor país.

La votación también indica que ese país al que una gran mayoría aspira, no es uno que ignora su historia u olvida su pasado, sino que a partir de ellos elabora nuevas respuestas para desafíos complejos. Entendemos que es tiempo de confiar en nuestra institucionalidad y en su capacidad de lograr acuerdos transversales sobre los próximos pasos. Como sector, confirmamos la voluntad de participar, contribuyendo activamente en esta nueva y decisiva etapa.

La participación sectorial, que ahora esperamos tenga mayor y mejor recepción, se fundamenta no sólo en la importancia económica y social de la actividad, sino también en su rol esencial para enfrentar exitosamente los desafíos del cambio climático y la transición energética. Como ha señalado el Banco Mundial, “el futuro bajo en carbono no es posible sin minería.”  La minería entiende, también, que ese aporte indispensable para mitigar los efectos del cambio climático, debe hacerse bajo estándares de clase mundial que se hacen cargo de los desafíos que impone el desarrollo sostenible.

El compromiso con el país y el mundo continúa inquebrantable.  Es desde ahí que se trabaja en la sustitución del agua continental por agua de mar –a fines de la década el 50% provendrá de esta última fuente- y ya se recircula el 76% del agua que se consume. El objetivo es lograr la carbono neutralidad el año 2040, 10 años antes que la meta país, para lo cual la incorporación de energías 100% limpias y renovables es un proceso en ejecución en más del 80% de las grandes faenas y al menos cuatro grupos mineros trabajan en proyectos para la incorporación de hidrógeno verde en sus procesos o equipos.

Asimismo, desde la industria, trabajamos desde distintos frentes en otros compromisos y objetivos. Por ejemplo, avanzamos en la reducción de la jornada laboral a 40 horas conjuntamente con los sindicatos; impulsamos la incorporación de mujeres en todos los niveles a través metas y planes concretos; contribuimos al proceso de capacitación con miras a tener personas con las habilidades y conocimientos necesarios para un mundo que cambia vertiginosamente de la mano de nuevas tecnologías; y por último, promovemos el trabajo asociativo con el sector público, especialmente a nivel regional y comunitario, para que sea una realidad el impacto positivo en la vida de las personas.

Con esta mirada y compartiendo estos objetivos, concurrimos a la creación de  Compromiso Minero, una red en la que participan empresas proveedoras, academia y centros de innovación y desarrollo, compañías grandes y medianas, pequeños productores, así como múltiples emprendedores. A todos nos une el propósito de trabajar colaborativamente para fomentar el conocimiento, la innovación y el desarrollo sostenible, y así mejorar el aporte de la minería a Chile.

Creemos que en la continuidad del proceso constitucional se deben considerar normas que le otorguen certeza y estabilidad al desarrollo de esta actividad que, por su naturaleza, es riesgosa y con recuperación de la inversión a largo plazo. Por ello, consideramos fundamental mantener el régimen de concesiones, así como las garantías, estructura y protección constitucional que históricamente ha tenido la actividad minera en Chile.

El proceso constituyente ha sido desafiante para nuestra sociedad y para el sector minero, pero también ha significado un espacio de aprendizaje que ha permitido constatar que esta actividad sigue vinculada, profundamente, a Chile y su futuro. La minería tiene el deber ineludible de extraer y procesar responsablemente los recursos que demanda la transición energética así como seguir aportando al bienestar de Chile y su gente”.