Hoy en día, el cobre y sus aleaciones continúan utilizándose para acuñar monedas. Por ejemplo, Las monedas de euro cuentan con el metal rojo como base. Además, fabricar monedas de cobre y sus aleaciones es muy sencillo debido a la facilidad de acuñación y a su extraordinaria resistencia al impacto y al desgaste. Estas características son fundamentales para objetos que se manipulan de forma constante, como es el caso de las monedas.
Su resistencia a la corrosión es ampliamente conocida, razón por la cual muchos objetos antiguos (monedas incluidas) han llegado intactos hasta nuestros días, incluso tras haber estado expuestos a agentes atmosféricos o sumergidos en el mar.
Por otro lado, además de ser completamente reciclables, resultan ser un excelente aporte al diseño, ya que las aleaciones de cobre ofrecen diferentes colores dependiendo del contenido porcentual de metales. Por ejemplo, el amarillo dorado de las monedas de 10, 20 y 50 céntimos de euro cuentan con un 89% de cobre.
Fuente: Instituo Europeo del Cobre.