El cobre es uno de los pocos materiales que se puede reciclar y reutilizar, una y otra vez, sin ninguna pérdida en su rendimiento. Tampoco existe diferencia en la calidad del cobre reciclado, a menudo denominado como “secundario”, con respecto al que proviene de la minería, al que se le denomina “producción primaria”. Reciclar el cobre es una forma altamente ecoeficiente de reintroducir un material valioso nuevamente en la economía. El reciclaje del cobre requiere hasta un 85% menos de energía que la producción primaria. En todo el mundo, esto ahorra 100 millones de MWh en energía eléctrica y 40 millones de toneladas de CO2 anualmente. En la actualidad, un total de aproximadamente 9 millones de toneladas de cobre al año proviene del reciclaje de chatarra vieja (cobre contenido en productos fuera de uso) y de chatarra nueva (generada durante los procesos de producción y post-producción).
Fuente: International Copper Association