El Presidente Ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, asistió a la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado donde presentó las observaciones de la Asociación Gremial sobre el proyecto que busca reducir la duración máxima de la jornada de trabajo semanal desde 45 a 40 horas.
En primer lugar, el Presidente Ejecutivo del CM presentó una caracterización del trabajo en minería, señalando que “los turnos en minería se explican por un proceso productivo continuo y por la distancia de centros urbanos, lo que origina jornadas mayores a 40 horas semanales y menores a 45, acordadas entre empleadores y sindicatos altamente representativos y aprobadas por la DT, con resultados en un trabajo seguro y bien remunerado”.
Siguiendo esta línea, Joaquín Villarino afirmó que en caso de prosperar el proyecto de ley tal como está, y atendiendo a las particularidades del trabajo minero, una rebaja de la jornada máxima a 40 horas semanales podría producir impactos significativos en el sector. Estos incluyen menor producción, pérdidas de productividad, necesidad de más bienes y servicios de apoyo, incremento de costos monetarios y detrimento de la competitividad de la minería chilena y del trabajo en relación a la tecnología, en un contexto en que dicha competitividad ya presenta desventajas.
Respecto a los efectos en materia de producción, el Presidente Ejecutivo del CM afirmó que: “Dado que en los turnos 7×7 y 4×3 no es posible usar horas extraordinarias, el efecto más inmediato de la jornada de 40 horas es la reducción de horas destinadas a producción. En turnos 7×7 las 2 horas menos trabajadas equivalen a 4,8% y en turnos 4×3 las 3 horas menos equivalen a 7% del total. En promedio (ponderado), las menores horas disponibles equivalen a una caída de producción de 5,5%”. Estas cifras, según Villarino, podrían traducirse en US$ 2.112 millones anuales.
Por otro lado, respecto al impacto que el proyecto podría implicar en los costos, el dirigente gremial explicó que una opción para no afectar la continuidad operacional sería pasar a turnos de 8 horas, lo que significaría un mayor costo anual de US$ 1.872 millones.